La mente es como un caballo salvaje; si aprendes a montarlo te será muy útil, si no, te hará caer y sufrir.

Tu mente es una gran biblioteca donde se almacena la información que perciben tus sentidos, las experiencias que vives, las reflexiones que haces y las ideas que absorbes del exterior. Todo este contenido se archiva en tu mente, no en forma de libros, sino de creencias. En cada instante de tu vida, estas creencias se proyectan en tu mente a través de voces e imágenes.

Puede que te sorprendas al escuchar esto, pero en realidad, tú no eres tu mente. Eres quien ve y escucha la información grabada allí. Cuando te identificas con las creencias negativas almacenadas en ti, te conviertes en una marioneta o un títere manejado por tu mente; comienzas a reaccionar de manera automática y casi inconsciente a todos los impulsos de tu mente, manifestando en tu vida diferentes expresiones de sufrimiento como miedos, conflictos, limitaciones, estrés, ira, tristeza, ansiedad, etc.

Toma el control de tu vida y aprende a vivir conscienteMENTE.

Valentín

Mis padres me llamaron Valentín porque pensaban lo mejor de mí; que un chico valiente y poco corriente llegaría a ser. Y pues en eso me convertí… con conciencia y mucha paciencia aprendí que para llegar a ser mi mejor versión, a mi mente debo controlar como un súper campeón.

Televisor

Cuando poco conocía del tema, convencido vivía de que mi mente era la jefe suprema. A sus órdenes obedecía y a sus impulsos siempre respondía. Me convertí en un observador hipnotizado frente a un televisor. Del presente mucho me distraía pues una y otra vez mi mente proyectaba sólo las imágenes que ella quería.

Diluvio

Amo los días soleados y salir a comer muchos helados, pero recuerdo que en aquel momento hasta esos días los veía nublados… pues mi televisor mental proyectaba sin parar la película “Tristes Recuerdos de Días Pasados”.

Terremoto

Descontrolado vivía el televisor dentro de mi cabeza, obligándome a actuar y hablar con poca destreza. La furia de mis emociones destruía y entristecía a los que yo más quería. Es por esto que «Terremoto» me solían apodar cuando todo a mi alrededor hacía temblar.

Dr. Profundo

Ahora prefiero que me llamen «Dr. Profundo«, pues desde que practico las técnicas de meditación Alma Works, con la mente ya no me confundo. No volveré a cometer el error fatal de creer que soy el televisor mental. No es ciencia… yo soy la conciencia.

Valentín, el Constantín

La constancia, en el presente me llevó a estar. Así, películas negativas en mi mente se podrán proyectar, pero poco me podrán afectar. La valentía con la constancia pude fusionar y hasta un nuevo título a mi nombre pude agregar.